jueves, 21 de junio de 2012

HISTORIA DE LA MINERIA EN CHILE


La minería chilena a través de la historia


Toda la historia de la minería en Chile, desde el siglo XVI hasta la fecha.

Siglo  XVI
La ensoñación de abundantes y fáciles riquezas motivó la conquista y colonización de Chile. De hecho, la explotación de lavaderos de oro fue la actividad más importante del el siglo XVI, llegando a decirse que el oro sustentó o afianzó la conquista. Se calcula que entre 1542 y 1560 se sacaron alrededor de 2.000 kilos de oro como promedio anual; rendimiento que no se debió tanto a la abundancia del oro mismo como al número de indígenas que fueron compulsivamente empleados en los lavaderos de oro.

Durante la conquista, las principales ciudades que fundaron los españoles, tanto en el norte como en el sur del país -La Serena, Concepción, Valdivia, Imperial y Villarrica- se erigieron cerca de terrenos auríferos.
El auge minero, sin embargo, fue tan espectacular como efímero. Hacia fines del siglo XVI la actividad aurífera entró en decadencia, en razón del agotamiento de los lavaderos y la disminución de la mano de obra indígena.

Siglo XVII

Las reformas comerciales introducidas por la corona española en el siglo XVIII, tuvieron profundas consecuencias económicas. El intenso comercio con las colonias tuvo como objetivo favorecer a la industria española, principalmente a través de la obtención de materias primas, siendo las más importantes los metales preciosos. Tal política selló el destino minero de las colonias como Chile que, por condiciones naturales, contaban con ventajas para adaptarse a ella. La minería adquirió un impulso espectacular mientras que la agricultura pasó a un lugar secundario y la artesanía se extinguió prácticamente.

En el siglo XVIII, la producción de oro se decuplica, la de plata aumenta más de 400 veces y la de cobre 20 veces. A fines del siglo, el cobre representaba, en el comercio de exportación a Lima, una cantidad similar a la del trigo. La producción de cobre durante la colonia se calcula entre 1.500 y 2.000 toneladas por año, utilizadas para fines decorativos, fabricación de utensilios, moneda, artillería y otros.
Por causa de un mercado inestable, alto precio de los fletes, una cadena de intermediarios que encarecían su precio, el país lograba exportar sólo unas 500 toneladas anuales de cobre. La situación cambiaría en el siglo XIX, al incorporarse el cobre al uso tecnológico derivado de la revolución industrial europea.

Dos importantes instituciones ligadas a la minería se formaron durante el siglo XVIII: la Real Casa de Moneda y el Real Tribunal de Minería. La primera, creada en 1750, obedeció al propósito de reponer anualmente el circulante que se fugaba por la intensificación de las importaciones; pero este mal no pudo ser remediado. El tribunal de minería administraba justicia en esta área: hacía cumplir la legislación minera, desempeñaba algunas funciones administrativas y, en general, se preocupaba del fomento de esta actividad.

La creación del tribunal puede ser entendida, en términos generales, como la preocupación de la Corona por proteger y fomentar las actividades mineras que le proporcionaban metales preciosos vitales para su economía.

Ref. (fundación Chile – Centro de Innovación)

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